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10 febrero 2007

MISERIAS

Quise nadar y guardar la ropa
y me hundí en el fango de mis miserias,
malolientes y espesas.
Y allí encontré mi alma,
apenas sombra de lo que fué,
sucia, ajada y descolorida,
envuelta en un torbellino de arrugas
y remiendos,
arrodillada ante el espejo del pasado,
con una pena en cada pliegue,
por haberte traicionado,
por haberme enamorado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que la vida te sonria.
Saludos desde la otra vida.